Mi familia y yo visitamos Pollo San Miguel por recomendación de un amigo local, y ¡vaya sorpresa nos llevamos! Desde el momento en que entramos, el aroma del pollo rostizado nos invitó a sumergirnos en una experiencia culinaria sin igual. Pedimos el especial de la casa, y cada bocado estaba lleno de sabor y tradición. Además, el ambiente familiar y el servicio atento hicieron de nuestra cena una experiencia memorable. ¡Sin duda volveremos!
                Pollo San Miguel es una joya culinaria escondida en el corazón de San Miguel de Allende. El chilorio es, simplemente, el mejor que he probado: jugoso, perfectamente condimentado y acompañado de tortillas recién hechas. El personal es increíblemente amable y te hace sentir como en casa. También me encantó el ambiente del restaurante, decorado con un gusto exquisito, reflejando la rica cultura de la ciudad. ¡Un must para cualquier amante de la buena comida!
                En mi última visita a San Miguel de Allende, descubrí Pollo San Miguel, y ¡qué descubrimiento! Las quesadillas son una obra maestra: el queso derretido y los ingredientes frescos se combinan de manera sublime en una tortilla perfectamente dorada. El ambiente acogedor y la calidez del personal añaden un toque especial a la experiencia. Pollo San Miguel es un testimonio del amor y la dedicación que esta familia pone en su cocina. ¡Ya estoy planeando mi próxima visita!